17 diciembre 2011

Rutina diaria.

Es uno de esos días, en que parece que el tiempo, gris y melancólico, es tu único y fiel amigo. Uno de esos días, eternos, en los que todo te sobrepasa. Todo te abarrulla , todo te taza.  Y ,te replanteas, cuantos besos no has dado, cuantas risas se quedarón atrapadas en tu garganta y cuantas noches  tan sólo bailaron en tu mente.Y , vuelves a lo mismo de siempre, al sentirse sola, al añorar, al dar todo por perdido. Que sí, que ya has llorado demasiado y  te planteas , gritando en silencio al cielo, cómo tristeza tan grande ha podido caber en un cuerpo tan pequeño. Y , vuelves a respirar en cada suspiro tus sueños. A  recordar amores, que nunca has tenido, añorar esos momentos, por insulsos que a los demás les parecieran, que tu hubieras matado por vivirles. Y, como siempre,intentas buscar respuesta a todo en tu cerebro, entre lágrimas, dando vueltas incluso a los pensadores más universales, que mil años atrás o tan sólo cincuenta se han hecho las mismas preguntas que tú. Llorando, cómo tú, en un mar de problemas y  con pocas soluciones.  Y , descubres que cada uno de ellos vivió con su solución equivocada, pero solución. Y , te dices a ti misma , que sobran  “ Y, …” en lo que piensas, que si estas así será la regla y que si estas jodida es por tu mala cabeza. Pero, a pesar de que la solución seas tu misma, lo ves inalcanzable. Qué aún teniéndolo al lado parece que esta tan lejos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario